Una de las muchas paradojas del ministerio es que los más grandes entre nosotros a menudo sirven en la oscuridad.
Beti González (ThM, 2003) conoce bien el ministerio visible. Tiene experiencia en misiones, llevando el mensaje del evangelio a todo el mundo, y en la tierra natal de sus padres, Cuba, enseñó en un seminario. Sin embargo, cuando sintió que el Señor la estaba guiando a enseñar a principios del 2010, su ministerio la llevó a un lugar inusual: el sistema de escuelas públicas a las afueras de San Antonio y Houston.
Durante los últimos siete años, Beti ha enseñado inglés y español a niños inmigrantes, la mayoría de los cuales tienen raíces en América Latina. Beti sirve a los estudiantes en un momento clave de sus vidas y les ayuda a tener una relación personal con el Señor.
Como trabaja en una escuela pública, gran parte de su ministerio se realiza a puerta cerrada y de rodillas; con la oración como herramienta principal. De vez en cuando, Beti ha tenido la oportunidad de bendecir públicamente a los estudiantes en oración, y confía en que el Señor la escucha aun cuando sus estudiantes no lo hacen. Ella ve una semejanza entre su ministerio y el ministerio de los que estuvieron involucrados en la juventud de Jesús. En la Biblia vemos muy poco acerca de la formación adolescente de Jesús. Sin embargo, incluso en ese tiempo aparentemente oscuro de la vida de nuestro Señor, el Mesías creció en comunidad.
Si bien la mayor parte de su ministerio no se ve, Beti es una pieza clave en la vida de los niños a los que sirve. Muchos estudiantes no tienen un mentor o un adulto de confianza al que acudir con preguntas como: ¿debería tener a mi bebé si estoy embarazada o puedo abortar? ¿Debo quedarme en la escuela si mis padres necesitan que trabaje para poder pagar el alquiler? Mi abuelo golpea a mi abuela; mi mamá se ha divorciado dos veces porque ambos hombres la golpeaban, pero necesita vivir con un hombre para llegar a fin de mes.Beti no sabe si seguirá siendo maestra durante otros quince años hasta la jubilación. Sin embargo, confía en que su ministerio actual es el servicio humilde al Señor.
¿Su consejo para los que están en el ministerio?
Responda al llamado del Señor. Sí, puede cambiar con el tiempo, pero obedezca fielmente. Ya sea en Irak, o en un ministerio de niños, como pastor o en una escuela pública. Obedezca, porque si el Señor le ha llamado, aun en la oscuridad, Dios es El Roi. Él es el Dios que ve.